Dientes con encías retraídas: lo que nadie te cuenta

Dientes con encías retraídas: lo que nadie te cuenta (y deberías saber ya)

23 de junio de 2025

Número de colegiado 47001320. Implantología y estomatología en Clínica M&M

¿Has notado que tus dientes parecen más largos últimamente? ¿Sientes molestias al tomar algo frío o caliente? Si es así, es probable que estés experimentando retracción gingival, un problema dental más común de lo que imaginas y que afecta a millones de personas en España.

La retracción de encías no es solo una cuestión estética. Detrás de esa sonrisa que parece haber cambiado se esconde un problema de salud bucodental que, si no se trata a tiempo, puede tener consecuencias serias para tu bienestar general.

En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre los dientes con encías retraídas: desde las causas reales hasta las soluciones más efectivas disponibles en 2025.

¿Por qué se retraen las encías? La verdadera causa que muchos ignoran

Contrariamente a lo que muchos piensan, la retracción gingival no siempre es consecuencia de una mala higiene dental. Aunque la acumulación de placa bacteriana es un factor importante, existen otras causas igual de relevantes que a menudo pasan desapercibidas.

La enfermedad periodontal es la principal culpable. Cuando las bacterias se acumulan bajo la línea de las encías, provocan inflamación y, con el tiempo, destruyen el tejido gingival y el hueso que sostiene los dientes. Este proceso gradual hace que las encías se alejen de los dientes, creando esos espacios tan característicos.

Sin embargo, hay factores menos evidentes pero igualmente destructivos. El bruxismo o rechinar de dientes ejerce una presión constante que puede provocar la retracción gingival. Los cambios hormonales, especialmente en mujeres durante el embarazo o la menopausia, también aumentan la sensibilidad de las encías y su tendencia a retraerse.

La genética juega un papel fundamental que muchos subestiman. Si tus padres o abuelos han tenido problemas de encías, tienes mayor predisposición a desarrollarlos. Además, algunos medicamentos como los antihistamínicos, antidepresivos y tratamientos para la presión arterial pueden reducir la producción de saliva, facilitando la acumulación de bacterias.

Puedes diferenciar sus síntomas fácilmente:

Encías que se encogen

El primer indicio suele ser sutil: notas que tus encías parecen haberse «subido» ligeramente. Es como si se hubieran encogido hacia la raíz del diente. Este cambio puede ser gradual y apenas perceptible al principio, pero con el tiempo se hace más evidente. Algunas personas lo describen como si sus dientes estuvieran «saliendo» más de lo normal.

Mayor sensibilidad dental

La sensibilidad al frío, calor o incluso al aire es una de las señales más molestas y frecuentes. Esto ocurre porque la retracción expone la raíz del diente, que no tiene el esmalte protector de la corona. Esa punzada repentina al tomar un helado o beber café caliente no es normal y puede indicar que tus encías se están retrayendo.

Dientes alargados: el síntoma más visible

Cuando la retracción avanza, los dientes adquieren una apariencia alargada característica. Es el síntoma más evidente y el que suele motivar a las personas a buscar ayuda profesional. Si comparas fotos actuales con otras de hace algunos años, podrás notar este cambio de forma clara.

Sangrado y mal aliento persistente

El sangrado espontáneo o durante el cepillado, acompañado de halitosis que no desaparece con la higiene habitual, indica inflamación e infección en las encías. Estos síntomas suelen presentarse en las etapas más avanzadas del problema y requieren atención inmediata.

Lo que pasa si no haces nada: consecuencias a corto y largo plazo

Ignorar la retracción gingival no hace que desaparezca; al contrario, el problema tiende a empeorar progresivamente y puede derivar en complicaciones serias para tu salud bucodental y general.

A corto plazo, experimentarás un aumento de la sensibilidad dental que puede llegar a ser muy molesta e interferir con tu alimentación diaria. La exposición de las raíces dentales las hace más vulnerables a las caries, especialmente en esa zona donde el esmalte es más fino o inexistente.

La estética de tu sonrisa se verá comprometida de forma progresiva. Los dientes parecerán cada vez más largos y las encías más irregulares, lo que puede afectar tu confianza y bienestar emocional.

Las consecuencias a largo plazo son más preocupantes. Sin tratamiento, la retracción gingival puede evolucionar hacia una periodontitis severa, una enfermedad que destruye los tejidos y huesos que sostienen los dientes. Esto puede resultar en movilidad dental e incluso pérdida de piezas dentales.

Además, diversos estudios han establecido conexiones entre la enfermedad periodontal y problemas de salud general como enfermedades cardiovasculares, diabetes y complicaciones durante el embarazo. Las bacterias presentes en las encías infectadas pueden entrar al torrente sanguíneo y afectar otros órganos.

Soluciones reales para encías retraídas

Afortunadamente, existen múltiples opciones de tratamiento para la retracción gingival, desde cambios en los hábitos diarios hasta procedimientos especializados. La clave está en elegir el enfoque más adecuado según el grado de retracción y las circunstancias individuales.

Hábitos que sí funcionan
La base de cualquier tratamiento exitoso son los hábitos de higiene correctos. Utilizar una técnica de cepillado suave, con movimientos circulares y un cepillo de cerdas suaves, puede detener el progreso de la retracción. El uso diario de hilo dental y enjuagues específicos para encías sensibles complementa esta rutina básica.

Incorporar alimentos ricos en vitamina C y antioxidantes fortalece las encías y mejora su capacidad de regeneración. Las fresas, cítricos, brócoli y té verde son excelentes opciones. También es fundamental mantenerse bien hidratado para asegurar una producción adecuada de saliva.

Cuándo acudir al periodoncista
Si notas retracción gingival, sensibilidad persistente o sangrado, es momento de consultar a un especialista. El periodoncista evaluará el grado de retracción y determinará si es necesario un tratamiento específico más allá de los cuidados domésticos.

La evaluación profesional incluye radiografías para determinar la pérdida ósea, medición de las bolsas periodontales y análisis del estado general de las encías. Esta información es crucial para diseñar un plan de tratamiento personalizado.

Tratamientos con injerto y nuevas tecnologías
Para casos moderados a severos, los injertos gingivales siguen siendo el tratamiento de referencia. Consisten en tomar tejido de otra parte de la boca (generalmente del paladar) para cubrir las raíces expuestas. Los resultados son duraderos y muy satisfactorios tanto funcional como estéticamente.

Las nuevas tecnologías han revolucionado estos procedimientos. La técnica de túnel modificado permite tratar múltiples dientes con una sola intervención y menor molestia posoperatoria. Los injertos de tejido conectivo alógeno (de donante) eliminan la necesidad de tomar tejido del propio paciente.

La regeneración tisular guiada, que utiliza membranas especiales y factores de crecimiento, está mostrando resultados prometedores en la regeneración del tejido perdido.

 

¿Se pueden regenerar las encías? Lo que dice la ciencia en 2025

Una de las preguntas más frecuentes en las consultas dentales es si las encías pueden regenerarse naturalmente. La respuesta es compleja y depende de varios factores que la investigación científica actual está clarificando.

Las encías tienen una capacidad limitada de regeneración natural. A diferencia de otros tejidos del cuerpo, el tejido gingival no puede regenerarse completamente una vez que se ha retraído significativamente. Sin embargo, sí pueden mejorar su salud y detener el proceso de retracción con los cuidados adecuados.

Los avances en medicina regenerativa están abriendo nuevas posibilidades. Los estudios con células madre, factores de crecimiento y terapias con plasma rico en plaquetas muestran resultados alentadores. Estas técnicas pueden estimular la regeneración del tejido gingival y el hueso de soporte, aunque aún se encuentran en fases experimentales o de aplicación muy específica.

La terapia con láser de baja intensidad ha demostrado efectividad para mejorar la circulación sanguínea en las encías y estimular la cicatrización. Aunque no puede revertir completamente la retracción, sí puede mejorar significativamente la salud gingival general.

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