Estética Dental Ortodoncia

Asociamos los aparatos dentales a la adolescencia, pero cada vez más pacientes adultos optan por arreglar sus dientes. Si no hay otras contraindicaciones, la edad no es importante.

En la cultura popular, la ortodoncia aparece eternamente asociada a la adolescencia y nunca como algo positivo. Una sonrisa llena de brackets nos dice que un personaje pertenece al grupo de los raros y no de los populares. Dependiendo de la importancia de ese personaje en la obra, esa ortodoncia durará para siempre o, si hablamos de la protagonista (aquí casi siempre es una chica), será uno de los elementos que faciliten su transformación. Un día aparecerá sin brackets y sin gafas y todo el mundo se dará cuenta de que era la chica más guapa del instituto.

¿Personajes con aparato dental pasada la frontera de los 40? No existen, pese a que es cada vez más común que las salas de espera de los ortodoncistas estén llenas de pacientes de todas las edades.

Los datos relativos a las personas que llevan algún aparato de ortodoncia se dividen en tres grupos: pacientes de 12 años (el 9,7% lleva aparato), de 15 años (12,6%) y “adultos jóvenes” de 35-44 años (2%). No hay datos sobre personas de más edad.

No hay límite de edad para hacer ortodoncia. Lo único que hay que tener bien controlado es que no tengas caries, que tengas una buena higiene y no tengas enfermedad periodontal.

Sin embargo, algunos de los elementos que hacen la ortodoncia menos recomendable sí son más comunes conforme vamos cumpliendo años. Con la edad son menos frecuentes las caries, pero van empezando los problemas en las encías y los tejidos de soporte. Una de las contraindicaciones directas para hacer un tratamiento de ortodoncia en adulto mayor sería tener una enfermedad periodontal. Si hay poco soporte, cualquier movimiento que efectúen los dientes va a agravar esa enfermedad. Sin embargo, cada caso es diferente y debe ser siempre un profesional quien haga el diagnóstico. Si no existe ninguna contraindicación (con osteoporosis, por ejemplo, tampoco sería recomendable), la edad no es un factor importante.

Estética y salud

Entre esas personas mayores de 40 años que esperan a ser atendidas por el ortodoncista hay un poco de todo: hay quien no llevó nunca aparato, porque no lo necesitó o porque por razones normalmente económicas no se lo pusieron de pequeño, pero también pacientes con experiencia en el mundo de la ortodoncia.

Los dientes, sobre todo los inferiores, tienden a apiñarse y amontonarse con la edad, igual que la piel se arruga o el pelo se cae. Hay pacientes adultos que no tuvieron la oportunidad a hacerse un tratamiento de ortodoncia cuando eran niños o adolescentes y la hacen ahora, y pacientes adultos que ya han llevado un tratamiento de ortodoncia hace x años y se les han movido los dientes. Que te hagas una ortodoncia a los 12 años no significa que los dientes se te vayan a quedar en la misma posición de por vida. El individuo sigue cambiando, la cara va creciendo, los dientes se van apiñando, se van desgastando… En muchos casos, los dientes que estaban bien colocados a los 12, cuando tienes 40 o 50 están descolocados. No es extraño que te hagas una ortodoncia a los 12 y que te tengas que hacer algo a los 50.

La razón principal es la salud bucal (notamos que cada vez masticamos peor y que se mueven los dientes), pero también la estética. Hemos sufrido mucho complejo de pequeños, los dientes han sido quienes provocaban enconder nuestra sonrisa. Al ponernos en tratamiento, posiblemente no nos quedará una boca perfecta al 100% por la calidad de las encías y los dientes, pero sí habrá mejoría contundente. De seguir forzando la mordida, podríamos empezar a perder piezas.

Otros casos vienen de perder las muelas del juicio u otras piezas y se empezan a mover los dientes, hasta el punto de llegar a tenerlos totalmente descolocados. Los tratamientos pueden rondar entre los 1500 y los 6000 euros, según la Sociedad Española de Ortodoncia.

Los pacientes adultos que llegan a la consulta, normalmente, piensan primero en la estética. Sin embargo, la ortodoncia es en realidad un tema de salud y muchas personas que se ponen aparato por primera vez cuando ya son mayores notan una mejora en la calidad de vida que no esperaban. Tener una buena oclusión es importante. Los dientes tienen que encajar unos con otros para cumplir su función, unos cortar y otros triturar. Los dientes ayudan en la masticación y por tanto en la digestión, y también en la dicción. Además, esa mala oclusión (maloclusión en lenguaje técnico) también puede llegar a generar dolores de espalda.

La estética es importante no solo en el resultado final: para muchos pacientes, una sonrisa con brackets es algo poco deseado. Según una encuesta realizada en 2010 entre ortodoncistas del Reino Unido, la principal preocupación de los pacientes adultos era la apariencia del aparato. En la actualidad lo que más ponen en pacientes adultos son “brackets estéticos, que casi no se notan, o alineadores transparentes. Dependiendo del caso, unos son mejores para unas cosas y otros para otras. Con la pandemia, por cómo aumentó nuestra ansiedad y nerviosismo, rechinamos más los dientes y aumentó la demanda de tratamientos de ortodoncia entre adultos. Poder esconder los brackets detrás de una mascarilla también ayudó.

Hay que subrayar la alerta de uno de los problemas que ha traído el “boom” de la ortodoncia invisible. Hoy en día hay empresas que a través de campañas muy agresivas, sobre todo en redes sociales, se dirigen a pacientes en general, sin que exista un diagnóstico previo e incluso sin hacer una valoración del estado de la boca. Te encuentras con que los alineadores se los mandan directamente a su casa y es el paciente el que mediante un sistema de autodiagnóstico y autotratamiento se lo hace todo. Si tienen cualquier problema, hacen una fotografía y la mandan supuestamente a una central donde valoran qué problema hay. Lógicamente, eso no es así, los tratamientos no funcionan así. Uno no se opera de apendicitis a sí mismo, es una temeridad porque es un peligro para la salud. Ya no es solo que te puedan agravar el problema, puedes perder piezas.

Se recomienda siempre acudir a clínicas de confianza, hacer una investigación previa y seguir la recomendación del profesional que hace el diagnóstico.

Nunca es tarde para conseguir esa sonrisa quizá no perfecta, pero sí más bonita y, sobre todo, más sana.