¿Sufres lengua agrietada y estás preocupado?
La lengua agrietada, conocida también como lengua fisurada o lengua escrotal, es una afección lingual que, aunque es indolora, puede generar preocupación entre quienes lo sufren. El hecho de que no duela, no genere complicaciones ni sea infecciosa no significa que no debamos dejarlo pasar, ya que en algunos casos puede derivar en complicaciones. Por suerte, entender sus causas y conocer las soluciones disponibles puede ayudarte a aliviar este problema. En este artículo, te contamos en detalle las razones que hay detrás de la lengua escrotal y cómo podemos abordarlo.
¿Qué es la lengua agrietada?
La lengua agrietada es una alteración benigna de la superficie lingual que se caracteriza por la presencia de surcos, fisuras o pequeñas grietas que pueden variar en profundidad y extensión. A pesar de su aspecto llamativo, en la mayoría de los casos no provoca dolor ni supone un riesgo para la salud.
Esta condición también recibe el nombre de lengua fisurada o, en algunos textos médicos, lengua escrotal debido al aspecto rugoso que adquiere. Muchas personas conviven con ella sin notar ningún síntoma y la descubren durante una revisión dental rutinaria.
Es importante destacar que no es contagiosa, no se considera una enfermedad como tal, y en la mayoría de los casos no requiere tratamiento específico. Sin embargo, sí puede generar molestias si se acumulan restos de comida o si la zona se irrita, sobre todo al consumir alimentos ácidos, picantes o muy calientes.
En consulta, explicamos a nuestros pacientes que no deben alarmarse, pero sí prestar atención a los cambios o molestias, ya que una lengua agrietada puede coexistir con otras condiciones bucales que sí requieren tratamiento.
¿Por qué se agrieta la lengua?
Las fisuras en la lengua pueden aparecer por diversas razones, y es importante entender que no siempre responden a un solo motivo. A veces son una característica individual sin implicaciones clínicas, y en otras ocasiones pueden estar relacionadas con algún desequilibrio general en la salud bucodental o sistémica.
Entre las causas más frecuentes, encontramos:
Predisposición genética: muchas personas nacen con una lengua más propensa a desarrollar fisuras. En estos casos, no hay una enfermedad de base, simplemente es una variante anatómica habitual.
Edad: con el paso del tiempo, los tejidos bucales cambian. La lengua tiende a deshidratarse más fácilmente y es común que aparezcan pequeñas grietas, especialmente en personas mayores.
Algunos síndromes o enfermedades sistémicas: por ejemplo, el síndrome de Melkersson-Rosenthal o el síndrome de Down pueden presentar la lengua fisurada como una manifestación clínica más.
Déficits nutricionales: cuando hay carencias de vitaminas del grupo B, hierro o zinc, es más probable que la lengua se vea afectada. En estos casos, es habitual que también aparezcan otros signos como ardor, cambios en el color de la lengua o fatiga general.
Infecciones como la candidiasis oral: esta infección por hongos puede coexistir con la lengua agrietada, agravando el escozor o la sensación de quemazón.
Sequedad bucal persistente (xerostomía): la falta de saliva favorece que las fisuras se marquen más y se irriten. Esta causa es bastante común, especialmente en personas que toman determinados medicamentos o respiran habitualmente por la boca.
Por eso, si detectamos lengua agrietada en consulta, siempre valoramos si está acompañada de otros síntomas o factores de salud, para decidir si requiere tratamiento o simplemente seguimiento.
¿Cómo se trata la lengua agrietada?
En la mayoría de los casos, la lengua agrietada no necesita un tratamiento específico, sobre todo cuando no provoca molestias ni está relacionada con otras patologías. Sin embargo, cuando sí genera escozor, sensibilidad o se acompaña de otros síntomas, es importante actuar para aliviar el malestar y prevenir complicaciones.
A continuación te explicamos las recomendaciones más habituales que damos en consulta:
Mantener una buena hidratación
Beber suficiente agua a lo largo del día ayuda a mantener la lengua hidratada y a prevenir la sequedad bucal, que puede acentuar las grietas o provocar irritación.Evitar alimentos irritantes
Si notas que ciertos alimentos te provocan molestias (como los cítricos, los muy calientes, picantes o salados), lo mejor es reducir su consumo o eliminarlos temporalmente.Cuidar la higiene bucal
Es fundamental cepillarse correctamente los dientes y la lengua, preferiblemente con un cepillo de cerdas suaves o un limpiador lingual. Esto evita la acumulación de bacterias o restos de comida entre las fisuras.Utilizar colutorios específicos
En algunos casos recomendamos enjuagues bucales diseñados para combatir la sequedad o con efecto calmante. Siempre deben ser productos sin alcohol, para no agravar la irritación.Valorar posibles déficits nutricionales
Si sospechamos una carencia de vitaminas o minerales, puede ser útil realizar una analítica y, en caso necesario, pautar suplementos específicos.Consultar al dentista si hay molestias persistentes
Cuando el paciente experimenta dolor, sensación de quemazón, inflamación o cambios en el aspecto de la lengua, conviene realizar una valoración profesional para descartar infecciones, lesiones u otras condiciones que puedan estar asociadas.
¿En qué se diferencia la lengua agrietada de otras afecciones linguales?
Es común que los pacientes confundan la lengua agrietada con otras condiciones orales, especialmente cuando se presentan molestias similares, como ardor, irritación o cambios en el aspecto de la lengua. Aquí te explicamos algunas diferencias clave:
🔹 Glositis migratoria benigna (lengua geográfica)
A diferencia de la lengua agrietada, la lengua geográfica se caracteriza por la aparición de manchas lisas y rojizas en distintas zonas de la lengua, con bordes irregulares que pueden cambiar de lugar en cuestión de días.
Aunque también es una alteración benigna, puede producir escozor, sobre todo al comer alimentos ácidos o condimentados.
🔍 Diferencia principal: la lengua geográfica tiene zonas depapiladas (sin papilas) que se mueven, mientras que las grietas de la lengua fisurada son estables.
🔹 Glositis atrófica
En esta afección, la lengua presenta una superficie lisa, brillante y de color rojo intenso, debido a la pérdida de papilas. Suele estar asociada a deficiencias nutricionales (como falta de hierro o vitamina B12) o a enfermedades sistémicas.
🔍 Diferencia: la lengua agrietada tiene relieve con surcos, mientras que la lengua atrófica está aplanada.
🔹 Lengua vellosa
Aquí la superficie de la lengua adquiere un aspecto oscuro y peludo, debido a un crecimiento excesivo de las papilas filiformes. Puede deberse a mala higiene, tabaco, ciertos medicamentos o infecciones.
🔍 Diferencia: la lengua agrietada no presenta ese recubrimiento ni cambios de color tan evidentes.
🔹 Candidiasis oral
Se trata de una infección por hongos (Candida albicans), que puede aparecer en personas con defensas bajas o tras tratamientos antibióticos. Se manifiesta con placas blancas, escozor y, en algunos casos, fisuras.
🔍 Diferencia: en la lengua agrietada no aparecen placas blanquecinas ni sensación de mal sabor persistente.
Conclusión
Si la lengua agrietada persiste o se acompaña de otros síntomas preocupantes, es recomendable consultar a un dentista o un médico. El especialista dental puede evaluar la situación y ofrecer tratamientos específicos según la causa que lo pueda estar provocando.
En conclusión, la lengua escrotal puede ser molesta, pero las soluciones propuestas son efectivas, ayudando a mejorar y aliviar el problema. Mantener una buena higiene bucodental y tomar medidas para prevenir la sequedad bucal son pasos importantes. Si experimentas molestias graves o persistencia de los síntomas, no dudes en contactarnos. Nuestros dentistas en Valladolid pueden ayudarte a solucionar el problema de manera efectiva.